Los 9 millones de € del presupuesto del Municipio de Mojácar, difícilmente explican el inusitado interés por llegar al Consistorio que evidencian las nueve listas presentadas a las próximas elecciones, casi tantas como en la capital. Las razones se encuentran en la “gestión” del pastel urbanístico que como buitre de mal agüero se cierne sobre este municipio y que amenaza con destruir y saturar uno de los pocos enclaves que merecían salvarse del litoral andaluz. Además, el pasado reciente demuestra que cualquiera puede llegar a ser Alcalde con tal de sacar un concejal, en una demostración clara de lo poco que valen las siglas cuando el dinero privado fluye para, a modo de marginal y visible ejemplo, comprar motos a la policía municipal, eso si con derecho de darse una vueltita en las visitas ocasionales del comprador (Berlanga, tan vigente).
El tema urbanístico es, sin embargo, tocado de soslayo en los programas consultados y así, por ejemplo, el PSOE insiste en su referencia al desarrollo sostenible, que después de la experiencia acumulada supone un atentado al sentido común y a la decencia (si es que todavía el término sostenible significa algo). El único punto que requiere una cierta atención es el tema de la variante ahora en estudio, sobre el que se menciona el tramo que pasa por La Paratá donde se evaluaran, desde el punto de vista ambiental, las mejores soluciones para evitarlo, punto este que también se repite en el programa de Mojácar 2.000, que para algo tiene que haber servido compartir durante mesa tanto tiempo, en un descarado y errado intento de ganarse a los votantes británicos. Resulta curioso que en ninguno de los programas de ambos partidos se mencionen los logros obtenidos en la pasada legislatura, como referencia para las acciones futuras, aunque el hecho de que la primera víctima haya sido el actual Alcalde, que parece estar preparando su paso a la clandestinidad dada su nula presencia en la campaña, demuestra que muy satisfechos no tienen que estar.
El programa más elaborado el de Asamblea de Izquierdas, loable trabajo pero que lo convierte en inútil al ir de lo general a lo concreto y de lo universal a lo local, en una clara demostración de la necesidad de clarificación del cabeza de lista y que puede comprometer el trabajo de un equipo humano, que hasta donde conozco, parece valido. Chocante resulta que de matute incluyan la mención al puerto deportivo, que ninguno de los otros partidos saca, opción, que dicho sea de paso, no parece muy de izquierdas. El programa del otro partido con representación actual en el Ayuntamiento, no se ha consultado para no perder el tiempo.
En general, todos los programas ponen en evidencia la falta de imaginación y de concreción, así como las dificultades para priorizar lo realmente importante. Saben que no van a llegar a la mayoría y que lo que realmente ejecuten va a ser resultado de componendas y de las presiones a las que se van a ver sometidos.
Cualquiera que sea el resultado de estas elecciones, el futuro se adivina tremendamente complejo y vulnerable a atender a los intereses individuales más que a los colectivos, La población, permanente, flotante y de corazón, deberá estar vigilante para que el desastre no se consume y una sociedad, que se prometía abierta, culturalmente avanzada y con alta calidad de vida, debe mantener lo que todavía queda y cerrarle el paso a la avidez especulativa y al cortoplazismo. Mojácar tiene que entender que su modelo de desarrollo turístico debe ser diferente al de Vera, Roquetas o Gandía, por poner un ejemplo, y que la armonía con la naturaleza y con el medio, son valores que una vez perdidos son imposibles de recuperar.
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